Planting trees towards a more positive future for people, climate and nature
Season 3 of TreesForSeas is coming to an end and we could not be any happier with the result, it has been an enriching experience and a resounding success. With a work team of eight people and about 80 volunteers, 4,000 native trees have been planted in just six weeks.
Planting trees is categorically one of the quickest solutions to combat the climate crisis. Their potential to absorb carbon from the atmosphere has motivated many people and organizations from around the world to take action.
However, regardless of good intentions, the way in which the trees are planted must be backed by sound science if such concepts are to turn into effective reforestation. The real challenge is not in the tree planting itself, but in the process before and after the sapling is put into the ground.
Preparing and nurturing the plant in the early stages is very important. For us, the tree nursery has been fundamental in providing the ideal environment for this; we collected seeds from the local forest and incorporated a 50:50 soil to compost ratio to ensure they receive the nutrients they need.
Subsequently, the care that is required in the years after planting is equally as crucial. We have an electronic database to monitor the survival rate from all the previous TreesForSeas campaigns; we know where each tree is planted through a unique tag number and geospatial location.
Successful evidence-based reforestation initiatives highlight the importance of using the right tree, in the right place, for the right purpose. The purpose can be linked to products –fruits, fodder, wood– or services such as shade, erosion control and/or carbon sequestration. In regard to TreesForSeas, we visited the proposed sites beforehand, talked to the landowners, understood their interests and needs, and researched the land’s ecosystem. This step was essential to adapt the reforestation strategies to each unique site.
Equally, the participation of the landowner is key to guarantee long-term success. Their local knowledge is essential to the process of selecting species, assessing needs, reducing costs, and increasing tree survival rate.
Ultimately, reforestation takes place at the local level and must take into account the social, environmental, and economic dynamics of each farm. We are able to follow up and monitor for four years but as we are planting in private properties, the long-term conservation will depend on the landowner and their commitment to preserve the trees.
We all depend on ecosystem services in one way or another, be it for water, food, wood, power, or more directly for subsistence systems. The socio-ecological is at the center of human existence. That is why there is an urgent need to restore these ecosystems and the services they provide.
For this season we have added key components that give the project greater potential for long-term success:
We have articulated strategic alliances through the Ministry of Agriculture and Livestock (MAG). This gives more value to our reforestation program because it links us with producers who are aligned with our objectives.
We have incorporated the education component through reforestation classes with local school and college students. These spaces are an opportunity to talk about the importance of the Bellbird Biological Corridor and the work that we do within it.
These community engagement initiatives are invaluable. Firstly, they offer an opportunity to promote awareness and publicize actions that can directly protect ourselves and the environment. Secondly, it is gratifying to see the benefits of TreesForSeas within the youth of the community. These young people learn that they live within a biological corridor and that their daily activities depend on the natural resources that surround them.
Reforestation is one of the many pillars in the fight against climate change. Every tree counts, every action counts. Hands to the ground!
Alexandra Paniagua
Estamos plantando árboles para un futuro más positivo para la gente, el clima y la naturaleza
La temporada tres de TreesForSeas está casi terminando y el resultado del proceso ha sido exitoso, enriquecedor, y con muchas lecciones aprendidas. Con un equipo de trabajo de ocho personas y alrededor de 80 voluntarios y voluntarias, se ha logrado plantar 4000 árboles nativos en un lapso de seis semanas.
Plantar árboles es visto como una de las soluciones más rápidas para enfrentar la crisis climática, lo que ha motivado a muchas personas y organizaciones alrededor del mundo a hacerlo, debido al potencial que tienen los árboles para absorber carbono de la atmósfera.
Sin embargo, al plantar árboles las buenas intenciones deben de estar respaldadas por una ciencia sólida para hacer que las promesas se conviertan en bosques duraderos. El verdadero desafío no está en plantar los árboles, sino en el proceso previo y posterior que involucra.
Preparar la planta y nutrirla para que crezca es importante, así como el mantenimiento que se requiere después de plantado el árbol para que complete su potencial contribución a los beneficios ambientales, sociales y económicos a largo plazo.
En nuestro proyecto, el proceso de vivero ha sido fundamental, la recolección de semillas del bosque local, más la incorporación de un 50% de compost a las plántulas para darles los nutrientes necesarios y mayores probabilidades de sobrevivencia en el tiempo. También, nuestro programa de monitoreo evalúa la tasa de sobrevivencia de los árboles plantados por medio de una base de datos donde sabemos dónde está cada árbol que fue plantado a través de un número de placa único y una ubicación geoespacial.
Por otra parte, las iniciativas exitosas de reforestación basadas en evidencia comienzan con la consideración del árbol correcto para el lugar correcto y el propósito correcto. El propósito puede estar vinculado a productos –frutas, forrajes, madera– o servicios como sombra, control de erosión y secuestro de carbono.
Con respecto a TreesForSeas, visitamos los sitios propuestos previamente, conversamos con los productores, conocimos sus intereses y necesidades, y recorrimos la finca. Este proceso fue elemental para definir las estrategias de reforestación en cada uno de los sitios.
De esta manera, la participación del propietario/a es clave para garantizar el éxito a largo plazo y ese proceso participativo nos ayuda a tomar mejores decisiones. Esa combinación de conocimiento local, intereses, beneficios y expertiz técnica son esenciales para el proceso de selección de especies, evaluación de necesidades, reducción de costos, y así aumentar las probabilidades de sobrevivencia de los árboles..
En última instancia, la reforestación se lleva a cabo a nivel local y debe tener en cuenta la dinámica social, ambiental y económica de cada finca. Nosotros plantamos, damos seguimiento y monitoreo por cuatro años, pero estamos plantando en propiedades privadas y la conservación a largo plazo va a depender del dueño de la tierra y de su compromiso por preservar los árboles.
Otra de las claves para que el proyecto sea exitoso en el largo plazo es que el proceso debe ser visto desde un enfoque socio-ecológico. El concepto socio-ecológico enmarca nuestra dependencia de los ecosistemas y sus servicios. Todos dependemos de ellos, sea por agua, alimentos, madera, o energía, pero todos dependemos de los servicios ecosistémicos. Por eso es una necesidad urgente restaurar estos ecosistemas y los servicios que nos ofrecen.
Para esta temporada hemos agregado componentes clave que hacen que el proyecto tenga mayor potencial de éxito en el largo plazo.
Hemos articulado alianzas estratégicas a través del acercamiento que tuvimos con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Esto le da un valor agregado a nuestro programa de reforestación porque nos enlaza con productores que están alineados a nuestros objetivos de conservación y agricultura regenerativa.
Por otro lado, hemos incorporado el componente de educación a través de jornadas de reforestación con estudiantes de escuela y colegio locales. Estos espacios han servido de oportunidad para hablar sobre la importancia del trabajo que realizamos en el Corredor Biológico Pájaro Campana.
Estas iniciativas de participación comunitaria son muy valiosas. Primero porque la sostenibilidad ambiental es un eje transversal y ofrecen una oportunidad para promover la concientización e implementación de acciones que nos permitan proteger nuestro medio ambiente. Segundo, es gratificante ver los frutos de TreesforSeas con un mayor involucramiento y participación de niños, niñas, y jóvenes de la comunidad. Estos jóvenes aprenden que viven dentro de un corredor biológico y que sus actividades diarias dependen de los recursos naturales que les rodean.
La reforestación forestal bien hecha, es uno de los muchos pilares en la lucha contra el cambio climático. Por eso, cada árbol cuenta y cada acción cuenta. ¡Así que manos a la tierra!
Alexandra Paniagua